Vale, se acabo, deja de sentirte culpable... ¡ corta ese fino hilo que separa la agresividad de la tristeza y empieza a ver las cosas como las sientes! Y es que la gente ve lo que pareces, pero pocas personas ven lo que realmente eres.
¿A quien no se le escapa de vez en cuando un grito, una mala contestación, una mirada dañina? Buenas y malas noticias, SOMOS HUMANOS.
Esto significa que por un lado somos imperfectos, así que deja de intentar comportarte siempre perfectamente y mantener la calma, porque inevitablemente a veces, por diversas circunstancias, no es posible. Si, es cierto, no nos gusta, y más cuando nuestra agresividad hace daño a personas que queremos.
Hay personas que parecen estar siempre enfadadas, siempre a disgusto, nada les parece bien, ¿acaso creéis que esas personas se comportan así porque quieren? Yo sinceramente no lo creo.
La agresividad solo es una máscara, porque es más fácil ser agresivo que aceptar la razón verdadera de esa agresividad: la tristeza, el estrés, la desmotivación, la apatía, el descontento en general con nosotros mismos y el mundo que nos rodea.
No estoy sugiriendo que ahora nos pongamos a compadecernos de lo desgraciados que somos, solo digo que si realmente queremos mejorar ese aspecto de nosotros mismos que nos hace daño y que repercute en las relaciones con los demás, el primer paso es admitir los verdaderos sentimientos.
Y el segundo paso, es la comunicación. Normalmente la agresividad surge cuando nos guardamos lo que sentimos. De ese modo aquellas personas que funcionan como cubos de basura de toda nuestra porquería agresiva no entienden el porque de ese comportamiento, y lo achacan solo a lo que parece ser, no a lo que es.
No podemos esperar que los demás adivinen nuestros pensamientos, si has tenido un comportamiento agresivo con alguna persona que quieras, primero, pide perdón, y después explícale la razón de tu agresividad. Por ejemplo: "Perdóname, no quería gritarte, pero es que estoy muy nervioso porque tengo muchas cosas en la cabeza y llevo días sin dormir"
Os prepararé para la posible respuesta que os darán..." Es que yo no tengo la culpa"
Y tienen razón, no tienen la culpa, pero por lo menos has explicado lo que te pasa, y el turno de entender como estás e intentar tener algo más de tacto es de la otra persona, es su turno para intentar comprenderte. Si no lo hace...bueno, al menos lo intentaste... La pelota ya no está en tu tejado. Pero si tenéis la suerte de contar con personas empáticas alrededor no les costará entender que necesitáis tranquilidad, y esta es la única manera de evitar algunos juicios de valor, como : "Eres una mala persona" " No piensas en mí", etc.
Es el momento de conectar con vuestros sentimientos, de aclarar vuestras ideas, y dejar de sentiros culpables. Y por cierto, para dar salida a estos sentimientos sin que se conviertan en agresividad os recomiendo hacer algo de ejercicio, meditación, escribir, dibujar, cualquier cosa que os permita expresar vuestros sentimientos y acallar la voz de vuestra mente, porque, seamos sinceros, a veces suele ser demasiado dura con nosotros...